Aquí podeís descargaros todos los números de la revista.
Hoy mismo me acaban de llegar varios ejemplares por correo del nº 9 de la revista (un número fetiche que me parece muy especial) en cuyo interior, entre otras aportaciones, se encuentra mi primera colaboración con esta revista: un relato corto:
El Abuelo
La casa era antigua.
Clásica en un modo en el que todas las cosas de ancianos son clásicas. Con
muebles viejos sin más valor que el sentimental. Un arcaico televisor LCD yacía
siempre apagado en una de las esquinas. Montones de libros analógicos
conformaban la mayoría de las paredes, sujetados por estanterías polvorientas.
La puerta, la enorme
puerta, estaba acolchada a hinchados cuadros color carmesí. Un robusto cerrojo
se ocupaba de una seguridad largo tiempo superada por el bluechip, las keycards y
los escáneres de retina.
La luz iridiscente
apareció frente a la puerta, como chispas de pólvora digital sobre un ruido blanco.
Un ejecutivo de mediana edad accedió al vestíbulo. La puerta seguía cerrada.
-Hola papá. Qué, ¿cómo
has estado estos días?- preguntó, mientras se desconectaba los cables de la
nuca y de la comisura de los parpados.
-Bien, bien, como
siempre, sin poder moverme mucho- el anciano, vestido a la moda de hace
cuarenta años y con una bata de trama escocesa por abrigo, contestó con alegría
desdeñosa mediante palabras apoyadas en su bastón.
-Ya te dije que
deberías mudarte. Sin teleportador,
sólo con el viejo ascensor, va a llegar un momento en el que no puedas bajar al
centro comercial de paseo. Hemos encontrado una residencia muy buena, te hacen
de comer, tiene telepantalla, simestim, sala de ordenadores Hosaka…
-Tonterías, yo siempre
he podido seguir adelante en esta casa.
-¡Hola abuelo!
-¡Ya están aquí mis
nietos! ¿Por qué habéis tardado tanto?
-Estábamos con mamá, aparcando
el speeder en el bloque de enfrente.
-¡Pero si vivís a seis
manzanas! Bueno, al menos esto es una visita, que siempre os veo por el
ciberespacio.
-Internet, abuelo,
internet. ¿Has visto mi nuevo reloj? Me lo han insertado subcutáneamente. ¿A
que es chulo?
-Es horroroso.
-Por cierto-dijo el cabeza
de familia- te vamos a comprar un eBook.
Podrás tener todos esos libros digitalizados, no en todas estas estanterías.
Seguro que te cuesta limpiarlos. Así podremos llamar a los bomberos para que
los destruyan.
-¡Dejad mis libros en
paz! Si al menos los leyeseis.
-Pero abuelo, tengo
conexión a Internet con la interfaz Zeratech de detrás de la oreja. Puedo
descargarme las sinopsis y películas cuando quiera. En el colegio soy un buen netrunner, he sacado un ocho en blogs y lenguaje SMS.
-Bueno, y el mayor que,
¿ya sabe a qué va a dedicarse?
-Voy a optar por la
carrera militar, abuelo. Así cuando sea veterano podre adscribirme al sufragio.
-Antes el sufragio era
universal, yo he votado muchas veces…
-Papá, ya está el
abuelo chocheando, dice que le dejaban votar.
-claro que sí. Y si al
menos leyeseis algún libro: Tropas del espacio, o La guerra interminable,
sabríais que es lo que pasa.
-Pero abuelo, ya te
hemos preguntado de qué te quejas. Tus libros también hablan de todas estas
cosas.
-Mis libros hablan de
ellas, como advertencia-su semblante serio lo decía todo.
-Papá mira, nos tenemos
que ir. Sandra tiene deberes en un MMORPG y Johnnie debe comprarse en eBay un
uniforme de camaleonina para la
academia militar. Si alguna vez tienes problemas, llámanos y te enviaremos a la
residencia, no te preocupes por el dinero, la Corporación Arasaka cubre los
gastos.
El anciano se quedó de
nuevo solo en su viejo butacón, con no más luz que una pequeña bombilla de
tungsteno, leyendo Nosotros, de
Zamiatin. Cientos de obras le rodeaban. Farenheit 451, Solaris, 1984, Trilogía de la Fundación, El eternauta, Mercaderes del espacio, Ubik,
Watchmen, Crónicas marcianas, Mundo Anillo,
La carretera, Neuromante, y muchas, muchas otras.
Realmente, no estaba
solo.
M.G. Villarrubia
Espero que disfruteis tanto de mi relato como de la propia revista, y si os animais a colaborar, tanto mejor.
Gracias por dedicarnos esta entrada, Miguel, la verdad es que con críticas así da gusto!!
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