miércoles, 10 de noviembre de 2010

La arquitectura tiene esa cualidad de sorprendernos. Aunque sus tretas nos son ya familiares ( belleza, monumentalidad, inovación, sostenibilidad, efímera, etc) seguimos sin poder apartar la mirada como flaneurs. Es lo contrario a una arquitectura muda, ignorada, por la que pasamos y ella pasa desapercibida, olvidada, aquejada de falta de sentimientos o exceso de información. Una arquitectura que se deja habitar, viajar, sentir y mezclar con ideas, artes, ciencias y tecnologías. Esa arquitectura imaginada en otros formatos distintos a la realidad física y convencional: el cine, la literatura, los cómics, la ilustración, la fotografía... utópicas y distópicas a un mismo tiempo, por sus ideas y su imposibilidad de ejecutarlas.

Si hubiese concebido una postal de arquitectura interior, una vivienda por ejemplo, habría sido muy distinta. El hombre que habita concibe el mundo de manera diferente al hombre que viaja, pues uno quiere paz y sosiego, tener un sitio que pueda llamar suyo y de sus raíces, mientras que otro se estimula con lo monumental, lo diferente, lo abrumador, lo que impacta, lo nuevo. Aunque cada vez vuelve a existir más hombres nómadas, que habitan y viajan al mismo tiempo. Si tales hombres son el mismo, dividiéndose por horas entre morada, viaje y trashumancia, o si son completamente diferentes, es un punto clave para comprender la realidad actual.

Imágenes que aparecen:  Torre de Babel de Metrópolis (Fritz Lang), Jubilee line (London Tube), caminante de fondo, Long Tomorrow (Moebius), pintura de Mondrian, suelo y fondo de escenas 2001 A space oddysey (Standley Kubrick, Arhur C. Clarke), Escaleras móviles Juez Dredd (Carlos Ezquerra/2000 AD), Hiddenburg Zeppelin, ilustración relato sci fi Amazing Stories (ed. Hugo Gernsback)


He querido unir la arquitectura con múltiples conceptos, como el arte, la teoría arquitectónica, la tecnología... El esquema no es aclaratorio, puesto que los conceptos se confunden viéndolos de lejos, son como racimos de vegetación tupida. Es una idea compleja de arquitectura, de seguridades y contradicciones, muy personal.  Cada cual puede coger unos conceptos, alterarlos, cambiarlos, añadirlos, y seguirá siendo arquitectura.  El que sepa quedarse con buenos conceptos y relacionarlos adecuadamente, hará una obra interesante.

El fondo es una planimetría (que recuerda el hecho proyectual e imaginario de la arquitectura) de la Villa Rotonda de Palladio, un ejemplo renacentista (un estilo marcado, con ordenes clásicos y académicos) que sin embargo se construye no con el fin de habitar, sino con el de salón de fiestas (una contradicción arquitectónica, tipológica y formal) e incluso ha sido usada para conciertos, óperas, obras de teatro... (una unión con el resto de las artes y las ciencias) y que  sirve de ejemplo explicativo de mi idea.

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